Libro 2. Viajes, Crónicas y El Amor por La Pelota | Ernesto Carpio-Tirado

"Parado como siempre atrás del arco rival, para poder ver y gritar nuestros goles. No paraba de sudar, me saqué y puse de nuevo el chullo unas 70 veces, me mordía los dedos. Vivar iba y venía trayéndome los resultados de los otros partidos. Flecha me pedía calma y ya ni le contestaba. Llega el tiro libre, imposible olvidarse que aldo metió la cara para que le hagan esa falta. Para mí fue un segundo, confieso que no me di cuenta que era indirecto; semanas después, Paolo me aceptó que él tampoco. Salté la reja impulsado por 36 años de frustaciones rotas, celebré con mi amigo del barrio como festejamos varios goles en infinitas pichangas de pista."